domingo, 20 de noviembre de 2016

Tendrá que haber un camino

Tendrá que haber un camino, un camino que nos lleve a donde queremos estar. 

Rodeados de productos que nos gustan, de productos y productores honestos, que nos lleven al lugar donde nacen esos productos. 

Ese camino no es fácil, tampoco es recto, pero es el camino que hemos elegido y del que más disfrutamos.



Se que a algunos no les gusta diferenciar lo artesanal de lo industrial. No les gusta el adjetivo industrial para sus productos, ya sean vinos, jamones o conservas. 

Entiendo que denota un tono despectivo pero es el más adecuado para diferenciar lo que hay detrás de un producto.

También se quejan de la notoriedad que alcanzan ciertos vinos, la repercusión que le dan en las guías y en las redes sociales. 

Vinos de producción muy limitada, en muchos casos una o dos barricas. De uvas que provienen de una única finca, que reflejan el paisaje y que son difíciles de encontrar, unicornios les llaman algunos.

Recién llegados

Prefiero buscar unicornios que conformarme con el caballito de madera.

En esa búsqueda han aparecido los vinos de Nanclares y Prieto & José Luis Aragunde. 

No son nuevos en casa, excepto uno Cinerea

Siempre tenemos menos botellas de las que nos gustarían, sobre todo cuando sabes que Miñato da Raña no existirá en el 2016 debido a la climatología en la zona. 




Nos llega un Crisopa que abrió un camino, tras recibir todo tipo de calificativos y desprecios por parte de los "puristas industriales". Un camino que ya han explorado incluso alguna cooperativa de la zona. 




También vuelve Coccinella un vino de parcela, un albariño de cepas muy viejas que Alberto ha sabido interpretar y ya es uno de los grandes vinos de Rías Baixas. 




El último en llegar ha sido Cinerea un albariño de uvas afectadas por la botytris, con azúcar residual y con una acidez adictiva.





Estos son los últimos unicornios que nos han llegado, en breve llegaran más, seguiremos buscándolos y disfrutando del camino. 

¿Nos acompañas?

jueves, 3 de noviembre de 2016

Ya están aquí los polvorones Felipe II

Los polvorones Felipe II

El polvorón FELIPE II es un mantecado cuyo origen se remonta posiblemente al siglo XVI durante la vida del rey más famoso de España. Felipe II 



Existen muchas referencias literarias y tradiciones que recogen lo suculento que era este manjar para la sociedad de la época. 

El polvorón o mantecado FELIPE II es un dulce distintivo de la variada repostería de nuestro Siglo de Oro. Está compuesto de harina de trigo, azúcar, harina de almendra Marcona y manteca. 

Antiguamente se elaboraba de forma artesanal en pequeños bloques, pero el paso del tiempo redujo el tamaño del dulce y lo envolvió en su característico papel de seda. 

Y desde entonces, así se presenta, manteniendo su elaboración artesanal.

A principios del siglo XX alcanza el preciado premio de la "Medalla de Oro" junto con el Diploma de Honor de 1ª Clase en la Exposición Internacional de Madrid en 1903. La única vez que un mantecado de España, ha recibido este cualificado galardón. 

Y desde entonces, siguió recibiendo premios tan importantes como la Estrella de Oro al sabor superior Award que otora el Internacional Taste & Quality Institute de Bruselas, en los años 2013, 2014 y 2015. 

Una delicia de la repostería que ponemos al alcance de cualquiera que quiera disfrutar de su excelente sabor. 

En nuestra tienda de Pontevedra, disponemos de bolsitas individuales de hasta 8 unidades para disfrute de la familia o en cajas de mantecados de 1 kilo para su envío a toda España a través de nuestra web. 

Puedes comprarlos pinchando aquí




Ven a probarlos. Nosotros ya lo hemos hecho y están de vicio.



Un vídeo publicado por Roberto Juncal (@roberjuncal) el
Blogging tips