lunes, 26 de octubre de 2015

Positivo, nunca negativo

Llevo demasiado tiempo sin acercarme por el blog, no hay una única causa, son la suma de diferentes situaciones que hace que no le demos continuidad. 
Por un lado, la época veraniega que hemos pasado. Al abrir una segunda, tienda el trabajo se multiplica.
Por otro lado, son momentos de relax, de disfrute con amigos y familia. 

Pero hay otra causa, durante estos meses he tenido la intención de escribir en varias ocasiones, pero todas las motivaciones eran negativas, actitudes o formas de trabajar que me producen rechazo.

Supuesto Albariño del Rosal
Desde un hostelero que recomienda su "albariño" cosechero, que nos cuenta la mentira de que viene de una gran y reputada bodega del Rosal y resulta ser un vino de mesa perteneciente al grupo Pazo do Mar.

Zamburiñas en el supermercado
Restaurantes que te ofrecen mariscadas de la ría y tiran de congelador, con producto procedente (en el mejor de los casos) del norte de Europa.
Cartas llenas de Zamburiñas de la ría que en realidad son Vieiras del Pacífico.
Conserveras gallegas que etiquetan berberecho holandés como de las rías gallegas y se quedan tan anchos, o incluso sacan una marca cuyo nombre es quitarle una letra a la palabra Galicia. 
Están engañando y queriendo aprovecharse de la confusión que produce ese nombre para vender un producto como gallego.
Centollas en un supermercado
Botellas de cremas de arroz con leche o de fresa. Productos que nunca se han elaborado en nuestra tierra y que por encima no están elaborados con aguardientes de orujo. Son alcoholes con productos lácteos, colorantes y aromas artificiales, pero le quitamos la etiqueta y parece casero. Además no se congelan y eso es señal de calidad, aunque en realidad sea señal de que lleva anticongelante alimentario. Pero los clientes buscan ese orujo casero que no van a encontrar, o eso que en el mediterráneo denominan Vino Turbio y que aquí no existe.

Todas estas situaciones me apenan, no es como creo que debemos vender Galicia, tanto a nuestros visitantes como a nuestros paisanos. Debería primar la honestidad, si no hay producto autóctono hay que hacerlo entender al cliente, o si ese producto tiene un precio superior a otro similar pero de otro origen, no hay que engañar o aprovecharse de la confusión de que se envase o cocine un producto en Galicia para decir que su origen en gallego cuando no lo es.

No me apetecía dedicar este blog a eso, a cosas negativas. Parece que estoy contra el mundo, lo fácil sería aceptarlo y participar de ese engaño, aprovecharnos de esas confusiones.
Pero creo que no, que tenemos que quedarnos con otras cosas de estos meses veraniegos.

Todo preparado para disfrutar

Las comidas con amigos, disfrutar de vinos sencillos, que reflejan de donde son, que son honestos, que no pretenden ser lo que no son, no pretenden ser un ribera del duero gallego, o un rioja, pretenden reflejar la tierra y plantas que lo han visto crecer.

Vinos que acompañaron una comida de verano

Los paseos por la playa, los días más largos, las cosas positivas que hemos tenido estos días.
También alegrarnos de los éxitos de los amigos, de la gente que tenemos cerca, este éxito se ve reflejado esta semana en el equipo que representó a España en el Campeonato del Mundo de Cata a Ciegas, allí estaban amigos de esta casa consiguiendo levantar la copa de campeones, gente que apuesta por la calidad en lo que hacen, en lo que venden, gente honesta y eso es lo más importante.


Hoy me quedo con lo positivo, prefiero dejar de lado todo lo negativo y disfrutar de las cosas buenas que tenemos y que a veces no les prestamos la debida atención.
Enhorabuena a José Luis, Eulogio, Alfonso, Roberto y Philippe.
Enhorabuena también a Adrián por su reciente paternidad.

Pudimos disfrutar de un rato entre amigos celebrando todo lo acontecido gracias a la generosidad de todos ellos y sobre todo de Luis, que nos permitió probar un vino que difícilmente se encuentra en la actualidad.



Por eso prefiero quedarme con lo positivo y disfrutar de esos momentos.

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